domingo, 23 de diciembre de 2012

Claudia Gray

"A veces encuentras gente con la que puedes estar callada sin tener la sensación de que necesitas rellenar el silencio con charlas insustanciales".

"Cerré los ojos y deseé que el amor pudiera vencer de verdad a la muerte".

"Siempre podemos odia lo que hemos amado, y con una pasión tan grande como lo fue en su tiempo ese amor".

"Yo nunca moriré. Tu vivirás eternamente, y perdurar en tu recuerdo es la única inmortalidad que necesito. Seguir viviendo como parte de tí...Esa es mi idea del cielo".

viernes, 14 de diciembre de 2012

Ya no me reconozco



No es por tener dieciséis años. No es por el hecho de que todos mis hermanos sean más grandes y de que no hayan vivido lo mismo que yo. No es por haber luchado seis años al lado de mi papá cuando era apenas una nena. No es por saber que todo el futuro que tengo por delante no lo voy a poder compartir con él, ni siquiera mi graduación. No es porque crea que mi familia no va a salir de esto sola. No es porque cuando más necesito estar unida a mis hermanos, una se vuelva a vivir a España y la otra aparece y desaparece a su parecer. No es porque me sienta una extraña en el colegio, sin saber bien qué lugar ocupo y estando incómoda ante la mirada de todos. No es porque es la primera vez que me enamoro y tengo miedo de que me lastimen. No es el miedo a perder a alguien más. No es porque me doy cuenta que estoy constantemente defraudando a mi mamá. No es porque no tenga una mínima idea de que voy a hacer con mi vida. No es porque de muy chica perdí a mi abuela y cargo con una gran culpa. No es porque haya pasado por un gran período de depresión a los trece años. No es porque sea una adolescente que canalice su dolor mediante la autoflagelación. No es porque cada vez me siento más alejada de mis amigos y no sé con quien hablar. No es porque con la edad de quince años, ya había visto a mi papá estar a punto de morir en más de cuatro ocasiones. No es porque a la primera persona que le abrí mi corazón, me lo rompió en pedazos. No es porque la mitad de mi familia y amigos me defraudo y jugó con mi confianza. No es porque haya tenido una hermana que pasó por la drogadicción y un novio que le pegaba. No es por haber visto llorar repetidas veces a la persona más fuerte y hermosa que conocí. No es porque no pueda consolar a mi mamá y sepa que tiene el alma destruida. No es porque no me sienta lo suficientemente buena como para darle a la persona que amo todo lo que en realidad merece. No es porque haya pensado más de una vez en quitarme la vida. No es porque me siento diferente y no sé quién soy.
Es porque no puedo soportar todo eso a la vez.